Cascadas de Oneta

En Villayón (Asturias), después de un paseo de dificultad baja, encontramos el monumento natural de las Cascadas de Oneta. La primera de ellas, La Firbia, es la más bella de las tres y también la de más fácil acceso. Cuenta con una caída de más de veinte metros de altura. El choque del agua contra el pozo sobre la que cae, proporciona un sonido relajante propio de la naturaleza, que junto con la belleza del entorno, hace vivir un momento de relax de lo más agradable en un lugar oculto entre las montañas del occidente asturiano.

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Las otras dos cascadas, son igualmente bellas, pero con un acceso más complicado, por lo que se tendrá que extremar la precaución para poder llegar a ellas.

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