Estos 254 escalones, unen la calle Segovia con la calle de La Morería, donde se encuentran los Jardines de Las Vistillas, que cuentan con una de las mejores vistas de la ciudad.
Dos son las posibles leyendas que explicarían el porqué de su nombre. Por una parte, la más simple, dice que durante el siglo XVIII aquí vivían unos músicos ciegos donde pedían limosna. La otra, cuenta que por el siglo XIII, un día San Francisco de Asís paseaba con una vasija de aceite al lado de los ciegos que mendigaban en la cuesta, lo untó sobre sus ojos y pronto recobraron la vista.